martes, 13 de marzo de 2012

ENTRE FILÓSOFOS, CIENTÍFICOS Y CRISTIANOS: (PRIMERA PARTE)
El ser humano, por naturaleza, busca las explicaciones de todo lo que le rodea. Se cuestiona, incluso, en torno a sí mismo. Sin embargo, no todos responden dichas preguntas; y los que sí, dan opiniones muy diferentes y diversas. Entre estos últimos están los filósofos, los científicos y los cristianos.
Tales interrogaciones se fundamentan en tres preguntas que tanto filósofos como científicos y cristianos responden desde diferentes perspectivas; a saber:
1) ¿De dónde venimos?
2) ¿Por qué estamos aquí?
3) ¿A dónde vamos?
Los filósofos, histórica y actualmente, difieren en sus explicaciones. Bástale que estén estructuradas en un orden lógico. Así, por ejemplo, en la Antiguedad, Tales de Mileto sustentó que el agua era el principio constitutivo de todas las cosas; para Anaximandro, el ápeiron (lo indefinido); para Anaxímenes, el aire y lo infinito; para Pitágoras, los números y el Uno; para Heráclito, los contrarios. En los momentos actuales continuan siendo diferentes: unos creen que Dios es igual a mundo; otros, que no existe; y una gran cantidad de explicaciones distintas.
Los científicos difieren muy poco de los filósofos. Sus respuestas en torno a las tres cuestionantes ya mencionadas son totalmente contrarias. Lo que un día uno demuestra, luego otro lo contradice. Por ejemplo, en un tiempo consideraron la tierra como cuadrada, después dijeron que era redonda; y ahora, ovalada (quien asegura que más tarde no digan que es triangular).
Contrario a los filósofos y a los científicos, los cristianos siempre han mantenido la misma postura. Sus explicaciones están fundamentadas en la Biblia. Y quiérase o no, los dos grupos anteriores de estudiosos (ya nombrados), confirman las teorías divinas cada vez que dan un paso de adelanto en sus investigaciones.