LEONEL FERNÁNDEZ: OTRO BALAGUERITO
Lic. Neustander Espinosa
Alguien dijo, hace tiempo, que en este país no hay discípulos de Bosch, ni de Peña Gómez; que a la larga todos los políticos dominicanos terminaban siendo unos “balagueritos”. Y tenía mucha razón. Una cosa es la predica desde la oposición y otra, cuando llegan al gobierno. Leonel Fernández no es la diferencia; incluso, él mismo se declaró el “heredero histórico de Balaguer”.
Sin embargo, es necesario reconocer que el Presidente se ha convertido en un líder. Ha sabido copiar no sólo de Joaquín Balaguer, sino también de Juan Bosch y de José Francisco Peña Gómez. Del primero, sus artimañas y trapisondas; del segundo, la forma de expresarse; y del tercero, la importancia de alianzas.
De los tres, tiene mayor parentesco con Balaguer; aquel “cortesano de la era de Trujillo” y seudodictador de los famosos doce años (1966-1978). El padre de la reelección. Un violador de la constitución y las leyes. Quien una vez dijo que “la constitución es un pedazo de papel…”. Y prácticamente, esto es lo propio del presidente de turno; quien criticó acérrimamente al hombre del “vuelve y vuelve” en cuanto a sus métodos y formas de gobernar, diciendo hasta que era una “vergüenza internacional”.
Leonel Fernández ha aprendido de sus errores; pero sobretodo, ha logrado adentrarse y conocer la idiosincrasia del dominicano, como fiel imitador del “doctorcito de la cara triste”. Ambos, demagogos por excelencia, por medio del uso y abuso de los recursos del Estado, han podido comprar la conciencia del ciudadano para imponerse en sus aspiraciones reeleccionistas.
Actualmente, ante un nuevo proceso para elegir el presidente de la República entre los dos principales candidatos: Hipólito Mejía y Danilo Medina, es necesario añadir: uno, el primero, ya conocido (otro balaguerito); y el otro, una verdadera incógnita. Ojala, este último, de llegar a ser electo, no siga el mismo camino.
